jueves, 20 de octubre de 2011

2da Edición de LA BOCINA!

En este número:


                            Música a los Barrios , por Melisa Arbulu y Ayelén Regalado


                            Entrevista a Santiago Santero, por Gonzalo Rodriguez


                            Crónicas Inesperadas, por Julieta Pugliese


                            Las puertas están abiertas, por Federico Aguilar

Música a los Barrios







por Melisa Arbulu y Ayelen Regalado

El día jueves 16 de junio se llevó a cabo el Primer Concierto de “Música a los Barrios”, en la Villa 21-24 del barrio de Barracas.
En una tarde de muchas emociones nos encontramos un grupo de estudiantes, compañeros y amigos del IUNA en el hall del Departamento de Artes Musicales y Sonoras. Cuando estuvimos todos, caminamos juntos hacia la parada del 37, con muchas expectativas y cierta ansiedad por lo que vendría.
Al llegar a la intersección de la Av. Vélez Sarsfield y Osvaldo Cruz nos bajamos del colectivo y caminamos tres cuadras hasta llegar a la puerta de la Parroquia, un hermoso lugar lleno de colores, vida y trabajo comunitario, donde nos esperaban, también ansiosos y con unos ricos mates, Santiago (uno de los profesores de la escuela de música de la Parroquia), el Padre Facundo, el Padre Charly, y algunos estudiantes de la escuela.
Luego de una linda charla de bienvenida, un recorrido por la Parroquia y la escuela, preparamos todo lo necesario para el concierto. Algunos compañeros comenzaron a armar el piano eléctrico y afinar sus instrumentos mientras otros fuimos a la puerta de la Parroquia a entregar volantes e invitar a los vecinos del barrio a participar del encuentro. Los bancos de la Parroquia empezaron a llenarse de a poquito por estudiantes de la escuela, vecinos con sus familias, profesores y estudiantes de otra escuelita de música del barrio y estudiantes del IUNA.
Comenzó el concierto. Fue un momento muy especial. El público estaba expectante y recibió a los músicos con un silencio respetuoso y acogedor. Cada intérprete habló sobre su acercamiento a la música, a su instrumento, sobre la obra que iba a presentar y su compositor. El cierre del concierto fue con dos canciones, una de jazz y otra de blues, que el público acompañó con palmas y mucha alegría.
Después del concierto todos compartimos unos ricos mates con galletitas en un aula de la escuela e intercambiamos algunas palabras sobre en el encuentro. Ellos, alumnos y profesores, nos hablaron sobre la situación actual de las escuelas de música en el barrio y del trabajo que estas cumplen.
Fue una tarde mágica, enriquecedora en muchos aspectos, y fue también el comienzo de un fuerte vínculo musical y humano, en un espacio que queremos seguir construyendo juntos. Fue así que surgió la posibilidad de crear un taller de ensamble y otro de iniciación musical, que actualmente tienen como profesores a alumnos del DAMuS.

¡¡Gracias a todos los estudiantes que participaron del encuentro interpretando las obras, a los estudiantes del Departamento que fueron a escuchar el concierto, a los vecinos del barrio, a los Padres y a los profesores de música de la Parroquia por hacer posible este bello encuentro musical!!

Entrevista a Santiago Santero

por Gonzalo Rodríguez

Gonzalo Rodríguez: ¿Cual es tu concepción de arte?

Santiago Santero: Es un poco complicado dar una respuesta. Desde el punto de vista de la creación, tiene que ver con expresar algo. Qué expresa alguien cuando crea, sobre todo en el terreno de la música, nadie lo sabe. Pero algo se está expresando. Otro aspecto, que va relacionado, es la investigación. Hay compositores que están más volcados hacia la investigación sobre el sonido, otros a la investigación de las formas, etc. Tiene que ver con la experimentación, ese estar siempre buscando maneras renovadas de seguir expresando. Son dos aspectos centrales.
En mi caso particular, hace ya bastante que compongo y fui pasando por distintas etapas. En algunos aspectos creo tener cierta voz, cierta manera, si se quiere, bastante particular o bastante propia, por lo menos para mí. Que hace que algunas obras de las que compuse realmente me conformen, otras no tanto.
Yo creo que el arte no dice nada. O trata de decir algo, pero no se sabe bien qué es. Pero por ejemplo, Stephen Hawking habla de la teoría del todo, que la están buscando hace años. Y dice: “Durante años los físicos han buscado la teoría final que habría de unificar toda la física. Sin embargo puede que tengan que acostumbrarse a convivir con varias teorías.”, lo cual es impresionante porque está hablando casi de un cambio de paradigma.
Tal vez te suene un poco superficial en este momento, pero la verdad es que se puede hacer cualquier cosa. Si no le ponemos a “hacer cualquier cosa” una mirada peyorativa, tal vez “hacer cualquier cosa” pueda estar muy bien. A comienzos del siglo XX, estaban los que seguían la línea de Schönberg y la escuela de Viena, los que seguían más a Stravinsky. Había líneas más definidas.¿Hoy qué hay de eso? Ahí aparece lo que dice Hawking, hay que acostumbrarse a eso. Pero para mi no es malo. Es un buen momento.

GR: ¿Cómo evaluarías la situación actual del arte en general y de la música en particular en Buenos Aires?

SS: Es una ciudad increíblemente potente desde el punto de vista de la producción cultural. Sigue estando en malas condiciones de producción, sobre todo con la gestión actual de gobierno. Hasta donde yo conozco, en el Colón les iniciaron una causa a los delegados por 55 millones de pesos. Dejando las cifras de lado, lo que me resulta impresionante es el motivo, que es lucro cesante para la ciudad. Si eso lo hiciera una empresa privada, uno lo puede entender porque la empresa privada quiere ganar dinero y sus trabajadores con su huelga le hacen perder dinero. Lo que veo es que la ciudad de Buenos Aires sobrevive a esta gestión. Esto es muy connotado para una entrevista, pero es la realidad que estamos viviendo en este momento. Hay como una especie de doble circulación inversamente proporcional. Las autoridades de la ciudad no parecieran ver todo esto y prefieren llenar la 9 de Julio con lo que sea. Pero el movimiento interno de la ciudad produce permanentemente.

GR: ¿El arte tiene presencia en la sociedad?

SS: En la música y en la música contemporánea, que es lo que yo hago, yo creo que sí. Los conciertos de la Compañía Oblicua, ensamble Süden, Sonoroama, Sirius, Tropi. Todos grupos de gente joven que tocan bien, muy bien. Y la recepción, dentro de lo que son los canales que cada una de estos grupos propone, en algunos casos es buenísima. En algunos casos es ideal. Yo hice con Sonorama “Infinito Nero” de Sciarrino a sala llena. Bueno, la sala tendrá 300 localidades, pero dentro del contexto es una muy buena recepción. En mi opinión, está bien. Digamos, es así.
Lo que extraño es que esto que estamos hablando tenga una divulgación en la televisión. Lo peor que tenemos ahora en cuanto a difusión es la televisión. Pero es una herramienta extraordinaria. Acá nadie ha tomado cartas en el asunto respecto de salir un poco de todas las cosas que se están viendo, que no son nada buenas. Dejando de lado, por supuesto, a Canal Encuentro, Canal A, Film&Arts, donde hay ciclos. Todavía hay una separación entre nosotros que producimos y respecto de la comunicación de esa producción por canales mucho más amplios. Hay un terreno para explorar en el ámbito de la televisión. Siendo realista, porque no le vas a pedir a los grandes medios que te den una hora de Tinelli para poner tu programa.

GR: Se puede aprovechar la nueva coyuntura, con la ley de medios.

SS: La ley de medios se supone que apunta a ese tipo de cuestiones. Ahora, ahí es donde viene el problema de la política y el arte. Es decir, si suponemos el arte está separado de la política, en ese sentido estamos fritos, porque no está separado. Está totalmente vinculado. Tal vez, la ley de medios no influya en el acto de componer. Esa especie de acto químicamente puro, que es mentira también, pero no importa, en el cual estamos sentados en un lugar apacible y componemos. Pero aún suponiendo que eso fuese así, en el momento en que una obra terminó de ser compuesta, ni bien vos le pusiste la doble barra final, ya entra la política. Entra antes, en realidad. Porque no es lo mismo tener o no tener un presupuesto. La gente, por tocar tiene que cobrar. El compositor tiene que cobrar por componer. Esto es así. Entonces, yo creo que la política está muy fuertemente vinculada con el arte. Y me parece que sí, que la ley de medios es un logro.

GR: ¿Cómo describirías las estéticas actuales en Buenos Aires?

SS: Ahí hay una visión, o una toma de posición, mejor dicho, respecto de las estéticas locales y aquello que llamamos música universal. Buenos Aires es, por historia y tradición, muy cosmopolita. La mirada estuvo muy puesta sobre Europa a comienzos del siglo XX. Todos nuestros maestros miraban fuertemente a Europa. me parece que se abre un poco el juego en los últimos años y yo no tengo ninguna duda de que la hiperconexión que hay en este momento, ayuda. Esa mirada universalista, académica, en realidad, en el fondo, tiene por sustrato a Europa. Y la historia de la música es la historia de la música centroeuropea. Pero eso puede durar lo que dura la formación de una persona. Hay que estar muy ciego hoy para seguir pensando que la historia europea es la única historia de la música porque en este momento podés ver lo que quieras donde quieras. El paradigma de la música europea me parece que sigue estando en los programas. Armonía, contrapunto, formas, historia, todo eso. Pero se va cayendo sólo. inmediatamente uno necesita empezar a ver otras cosas.

GR: ¿Qué cambiarías de las políticas educativas en música?

SS: Me parece que falta pensar mucho más profundamente sobre lo que se está enseñando. El tiempo pasa y seguimos un poquito estancados en las mismas cosas. Falta pensar y resolver cuestiones de los programas y de lo que se está enseñando en los instrumentos. No es cuestión de decir “bueno, ahora incluimos todo esto en los programas.” Es un trabajo con los docentes para pensar como ir para adelante. Me parece que sigue habiendo un pensamiento que tiene que ver con que un programa, un plan de estudios, es una cosa quieta en el tiempo y no es así.

GR: ¿Con qué sistema desarrollás tu tarea como compositor?

SS: Soy espasmódico componiendo. No compongo todos los días. Yo compongo por épocas. Trabajo en la mesa, con papel. No uso la computadora. Pruebo mucho en el piano. En general me gusta primero escribir y después ir al piano a probar.

GR: ¿Qué le dirías a un joven que pretende dedicarse a la música?

SS: Hay un momento en el que los alumnos hacen como la modulación y ya dejan de mirar el modelo, de ver cómo se hace. Empiezan a generar desde sus propias herramientas. Porque finalmente, componer, entre otras cosas, implica conocer un poco los límites personales y trabajar sobre esos límites, tratar de expandirlos. Entonces, aspirar al momento en el cual ya va quedando atrás la formación que te da una base y te da seguridad, y empezás a estar sólo. Lo cual da un poco de miedo, pero es muy interesante como vivencia. Abrirse. Ser curioso. Yo me siento bien en ese sentido. De lo que estoy seguro es de que soy abierto.
Después sí, por supuesto, laburar. La verdad es que hay que trabajar como negro para poder componer. A eso no hay con qué darle. Pero supongamos que eso ya lo sabemos, entonces el único consejo sería abrirse. Y animarse a salir. En un momento, la formación la tenés, pero no la necesitás más. Queda naturalizada en un lugar muy profundo. Aprender armonía, en definitiva, es como deletrear. Y una cosa es deletrear o escribir separando en sílabas y otra cosa es escribir un poema. A eso hay que animarse.

Crónicas Inesperadas

por Julieta Pugliese
28 de abril de 2011

Querido Diario:

Estoy completo. Poseedor de una amalgama estilística sin precedentes, entre manifestaciones heráldicas y sillas de aluminio, las aves han encontrado en mí un sitio seguro para ver crecer a sus pichones. En esa seguridad que de alguna manera refracto he llegado incluso a erigir en mi centro una escalera para emergencias. Como decía…bien completo. Pero eso no es todo…Entre reuniones de estudio, charlas de amigos, almuerzos solitarios y otros encuentros multitudinarios he escuchado miles de sonidos…Hoy escuché el más hermoso. Voces de jóvenes. Se acercaron y acariciaron mis baldosas, mis paredes, mi todo con un objetivo que desborda interés por el prójimo. Ellos lo llaman “Charla de ingresantes”. Hace un tiempo lo venía escuchando, en reuniones de plenario y de comisiones. Creo que es la primera vez que estudiantes avanzados en su carrera musical reciben a aquellos que recién empiezan- y no tanto- con el fin de eliminar dudas y narrar experiencias que puedan resultarles beneficiosas. Como el hilo que separa las dudas de las inquietudes es muy delgado era previsible que el tiempo les quedara corto. Debido a la exitosa concurrencia de alumnos de CPU y su encantadora participación, la charla se ramificó de tal forma que debió ser podada en varios momentos, con la intención de retomarla en un encuentro posterior.
Llamó mi atención el carácter humano de la misma. Definitivamente hubiese sido muy distinto escuchar explicaciones técnicas relacionadas a horas de cursadas, profesores, obras, etc. El abordaje de quienes están por finalizar sus estudios en la institución de la que formo parte nunca se separó de valores como el respeto y la humildad. Un estudiante de dirección orquestal habló sobre el respeto por el conocimiento ajeno .Otro de dirección coral introdujo un concepto tan útil como brillante, el de tener “capacidad de gestión”. Esto significa crecer profesionalmente a lo largo de la carrera y no esperar a tener el título en la mano para animarse a llevar a cabo proyectos de diversa índole. No faltaron los aportes de estudiantes de canto, guitarra, composición y composición con medios electroacústicos. Realmente fue un despliegue de experiencias hermoso. Un despliegue de experiencias y de sillas, porque los jóvenes las acomodaban y reacomodaban según el antojo del sol. Me doy cuenta de que no soy sin ellos y de que probablemente ellos no serían los mismos sin mí.

(Extracto del diario íntimo del Patio del DAMuS)


Las puertas están abiertas

por Federico Aguilar Bugeau.
 Me es difícil olvidar  los susurros y miradas suspicaces,  que en actitud cómplice decían: “es una movida política” o “lo hacen para hacer política”. Política, casi una mala palabra, un insulto. Cuando se habla de política es difícil no pensar que hay algo detrás, algún plan malévolo.
Sería interesante hacer una encuesta y preguntar qué pensamientos le evoca dicha palabra: ¿Corrupción?, ¿Intereses?
Sin embargo decidí participar, no atraído por ningún panfleto ideológico, sino por lo que representó el Primer Encuentro Interdisciplinario el año pasado, el cual demostró que es posible hacer cosas en equipo y a lo grande.
Esto representa a mi parecer “La Negra”, un grupo de estudiantes, con ansias de romper con el hermetismo que tanto nos caracteriza a los músicos académicos, para trazar puentes que nos conecten con otras disciplinas, con otros escenarios, en la periferia, en las calles,  en centros culturales, etc.
Poco a poco vamos lográndolo: testimonio de esto fue, por ejemplo el primer concierto didáctico en la Villa 21 (el 16 de Junio de este año) junto con el segundo en La Boca el pasado sábado, el  Primer concierto de integración  (con participación de estudiantes de Dramáticas y Movimiento) y el Segundo (Los Hits Clásicos) el sábado 24 de septiembre, la primera fiesta (desde 1939) en la historia del DAMuS (¡Que nos diría López Buchardo!), y el proyecto de mejorar la biblioteca.
Lo principal es el hecho de haber logrado conformar un grupo de jóvenes músicos, con ansias  de cambiar y mejorar las cosas, no haciéndonos eco de la cultura de la queja que nada logra, mas que envejecer el corazón, sino  utilizando nuestra fuerza y juventud para proyectar un cambio. No desearía hallarme en mi vejez canalizando aquel impulso infructuoso y melancólico con desaforados manotazos en un tragamonedas, viendo como se me van la vida y la jubilación.
¡Éste es el tiempo! Solo falta perderle el miedo y participar.
El espacio estudiantil La Negra está conformado por diversidad de pareceres, como diversa es la sociedad. No es necesario levantar una bandera política en particular en estos espacios ganados por el arte, pues no son de nadie y a su vez son de todos. Cada integrante tiene la libertad de exponer sus ideas políticas, pero éstas no son la representación del espacio en sí.
Las puertas están abiertas a todos los estudiantes que quieran formar parte de este espacio que está naciendo, ya sea sumando propuestas, dándonos su apoyo y por qué no ayudándonos a buscar y forjar  una nueva forma de recrear la política, con la belleza  distintiva de un buen artista.
La humanidad puede vivir sin ciencia, puede vivir sin pan, pero sin la belleza no podría vivir más, porque no habría nada que hacer en el mundo. Todo el secreto está aquí, toda la historia está aquí” (Fiódor Dostoievski)

miércoles, 18 de mayo de 2011

Introducción a la Primera Edición

por Gonzalo Rodriguez

La Bocina es un nuevo espacio de difusión y comunicación impulsado por un conjunto de estudiantes que participan activamente de la construcción de la realidad cotidiana del Instituto Universitario Nacional del Arte. Su ámbito es el del Departamento de Artes Musicales y Sonoras “Carlos López Buchardo” del IUNA. Nuestro departamento, nuestra universidad.

Hemos bautizado nuestra agrupación bajo el nombre de “La Negra – Espacio Estudiantil”, siendo este un espacio abierto que se propone extender la participación de todos los estudiantes. Haciendo efectiva la humana capacidad de modificar el entorno, en la búsqueda de generar una consciencia crítica que nos permita hacernos preguntas pertinentes a nuestra realidad como estudiantes, artistas y humanos.

En estas publicaciones el lector podrá encontrar información sobre la realidad de nuestra universidad y su estructura, entrevistas, opiniones, agenda cultural y humor, entre otras cosas. Nuestra agrupación hoy pone sus fundamentos en lo que concebimos, sin pudor, como actividad política. Esto significa construcción de ciudadanía, nada más y nada menos. Esto es, entre otras cosas, participar de los órganos de gobierno, lo cual hicimos durante los últimos dos años bajo la ya impropia sigla “ALCAMYS”.


No obstante, vemos necesaria la participación estudiantil en muchos otros frentes. Un ejemplo claro es la extensión universitaria. Nuestra agrupación se propone llevar la producción de nuestra universidad al seno popular de la sociedad que a través de sus impuestos y del estado, nos financia. Nos proponemos generar un espacio de integración con las otras unidades académicas de nuestra universidad. Testimonio de esto es el PEI, realizado el año pasado en nuestro Dpto. Este año podemos construir entre todos el Segundo Encuentro Interdisciplinario.


Todo esto construye ciudadanía porque significa recuperar espacios y generar nuevos. Porque en ellos podemos hacer cosas maravillosas, basándonos en el respeto por las mayorías y las minorías, porque queremos un mundo para todos, y porque de alguna manera entendimos que si lo que hacemos no les sirve a otros, perdemos el gusto por hacerlo. Esto es La Negra y esto es La Bocina. Espacios abiertos en construcción con ánimos y proyectos de mejorar el entorno de todos.♪

En éste número:  

Música a los barrios. Música para todos, por Julieta Pugliese, Ayelén Regalado, Melisa Arbulu

El artista y la contradicción andante

por José María Pérez

El 1 de septiembre de 2010 un sector estudiantil del departamento de Artes Audiovisuales del IUNA tomó la sede de Yatay, iniciando un proceso que alcanzó su punto máximo con la toma de 5 unidades académicas y luego del Rectorado.
El año pasado fue un año de grandes movilizaciones en el ámbito educativo. La toma de colegios secundarios, seguida de la toma de la Facultad de Sociales y de varios Departamentos del IUNA (y finalmente del Rectorado) marcó el transcurso del 2010 de una manera difícil de ignorar. En el IUNA los intereses y las fuerzas que participaron en el conflicto fueron como siempre diversos, y mucho queda todavía por reflexionar y discutir sobre las maneras de accionar que en su momento cada grupo manifestó. Pero lo cierto es que esta realidad violenta y novedosa dejó en evidencia el gran desconocimiento y la desinformación que parece reinar entre la mayoría de los estudiantes de nuestro Departamento. Ya sea por desidia de las autoridades o por un aparente desinterés y desorganización de los estudiantes, la información parece siempre escasa, dudosa o contradictoria.
Estamos asistiendo a una coyuntura histórica donde tenemos la oportunidad de redefinir el espacio que ocupa el arte en la sociedad, y dónde se ubican los estudiantes universitarios en esta realidad. Nos fue dada una institución nueva, joven (instalada sobre la estructura de otra pretérita), esbozada pero no definida, con tanto potencial como fragilidad, y es nuestra oportunidad de participar en su construcción, de inventarla, de hacerla en el hacer. Es momento de resignar la comodidad de mantenerse al margen y defender el espacio increíble que nos fue dado por todos los argentinos para que hagamos Música.
Obstinarse en no ver la profunda significación política de los sucesos es menos torpe que peligroso. Somos músicos y artistas, pero también somos beneficiarios de una educación pública y gratuita de primer nivel tanto nacional como regional. No tomar consciencia de este hecho, no hacerse cargo de la responsabilidad que esto representa es un signo de la inmadurez que todavía tenemos como estudiantes universitarios y también como artistas ya que ¿Qué clase de arte es aquel que no se alimenta, refleja, integra, ni se identifica con una sociedad?♪

Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante; y el que comprendiendo no actúa, tendrá un lugar en la antología del llanto, no en la historia viva de su tierra.” , Rodolfo Walsh